24 / 07 / 2019

Notas de un arqueólogo en MIL – Cuarta Nota

Por: Marc Cárdenas

Pienso que es fácil engañarnos y pensar que “Somos lo que comemos”, pero yo considero que más bien somos todo aquello con que vestimos el acto de comer. Cada acción, gesto, vajilla, atuendo o manera de sentarnos a la mesa tiene más que decir sobre nosotros que los que consumimos. Los ingredientes y las técnicas se intercambian, se aprenden, pero la forma de ingerirlos, de adornar el acto mismo, toma una forma sutil en nuestro imaginario cultural.

Notas de un arqueólogo en MIL – Cuarta Nota

Nota 4: Vistiendo la comida

Por Marc Cárdenas

Parte de la investigación arqueológica se dedica a entender sociedades mediante la revisión de sus hábitos de alimentación. Y la forma que tenemos para hacerlo es encontrando evidencia material. Las formas cerámicas, su contexto y los análisis nos hablan de historias entorno a la mesa y nos ayudan a entender las dinámicas de grupos humanos que se sentaron en ella.

Por cierto, aquí hablamos de sociedades no especializadas. Muchos estudios plantean que entienden el trabajo sin separarlo del ocio. Esto es lo que permite que exista poca especialización, que todas las personas estén en capacidad de dedicarse a casi todo.Pensemos ahora en otro ejemplo, un guiso o una sopa. Cortamos los ingredientes, los echamos a la olla y los cubrimos de agua hasta que estén cocidos, listos para comer. En este caso el trabajo es más especializado: el resultado puede saber distinto en cada casa, según quien lo prepare.

Foto: Gustavo Vivanco

Luego, el diseño de vajilla es completamente opuesto a la utilizada para disponer carne de llama en una mesa compartida. Cada persona cuenta con un plato hondo, de tamaño medio y profundo para contener alimentos líquidos. Aquí el emplatado es ordenado, y sucede uno después de otro. Aunque una familia puede compartir el momento de consumo del guiso, los individuos no necesitan interactuar entre sí para consumirlo. Aquí existe personas dedicadas especialmente a cocinar. Estaríamos frente a los inicios de lo que conocemos como trabajo y lo podemos constatar mediante la evidencia cerámica.

En el análisis de este tipo de cuestiones es importante detectar todos esos factores que conforman cultura. El hecho de tener una dieta más sólida o más líquida, una vajilla honda o una llana, o sentarse a una mesa redonda o cuadrada conlleva implicaciones culturales interesantes de registrar. El cambio en las formas de consumo nos indica la importancia cultural que damos a un acto u a otro y entender por qué tenemos ‘vajillas de domingo’ o platos que usamos exclusivamente el día de navidad.

Por ello es más importante pensar en el cómo que en el qué. Los ingredientes y técnicas se transforman con las tendencias y las escuelas, pero nuestras vajillas especiales, nuestras formas de consumo, eso lo heredamos de generación en generación y puede definirnos como sociedad.

Foto: Daniel Silva
Marc Cárdenas

AUTOR EQUIPO MATER

Marc Cárdenas

Arqueólogo y Gastrónomo

Marc Cárdenas nació en Barcelona. Es arqueólogo y gastrónomo con un enfoque centrado en el estudio de la comida como elemento estructurador de eventos sociales y culturales. Ha trabajado en proyectos de investigación con la Universidad de Oxford, la Universidad de Cambridge y el Centro de investigación CSIC-IMF. Estudió Cocina en el Basque Culinary Center, donde trabajó en el Restaurant Compartir y en Hispania Brussels. Sus intereses están ligados a transmitir, desde una didáctica alternativa, la importancia de la comida y su entorno. Con Mater Iniciativa llevó a cabo una revisión bibliográfica sobre Moray desde el punto de vista arqueológico.

Ver artículos del autor

Conoce a los autores Mater