Vine a MIL con la intención de descubrir sobre la biodiversidad de plantas en el Perú, y aplicar mi conocimiento como diseñadora para transformar esta investigación en algo tangible. El tiempo que pasé en MIL, fue intenso e inspirador. Me permitió entender mejor y definir mis intereses. Intercambié conocimiento con Santiago Pilco, quien sabe mucho sobre plantas y temporadas, con Ceferina Atau, su esposa y mi maestra de técnica tintórea. Ella sabe todos los secretos para un buen teñido en un contexto geográfico como Maras, donde el agua, por su cercanía a las salineras, contiene sal, y esto no permite que la fibra absorba el color. Con Manuel de Coctelería Medicinal, conversaba sobre la extracción de sabores, colores y técnicas de preparación de botánicos. Durante este tiempo me guié por el conocimiento de Francesco, antropólogo, quien me ayudó a entender el presente, pasado y futuro de las comunidades, permitiéndome realizar el proyecto WARMI; una asociación de mujeres investigadoras de la C.C de Kaccllaraccay, que exploran su entorno a través del teñido botánico.


Durante los primeros meses, experimenté con los botánicos que encontraba alrededor de MIL. Fue en esta primera fase de exploración, que surgió el concepto de “every living matter leaves a trace”. Partí de esta idea y muy pronto surgió la colaboración entre Ceferina y yo. Las dos sabemos sobre tinturas con botánicos pero llegamos a estos conocimientos de forma diferente. Ella a partir de una herencia cultural, que se fue transmitiendo de una generación a otra, y yo de forma experimental y con el uso de internet.

Al principio no fue fácil. Ceferina no tenia mucha confianza en mi y en mis ¨ideas extrañas¨ . Tiempo después, ella misma fue a recolectar plantas que nunca había usado para teñir, abriéndose a un mundo de preguntas y ganas de descubrir colores a través de los botánicos. Fue bonito ver como su curiosidad iba creciendo con el tiempo. Un día decidió teñir con la ceniza de leña quemada que usaba para prender el fuego de su cocina, esperando que diera un color negro, pero resultó marrón claro. Quedó perpleja el día que descubrió que podía obtener el color negro utilizando eucalipto y colpa como mordiente, estando acostumbrada a obtener sólo tonos de verde.


Esta experiencia me permitió entender la biodiversidad y la cultura de los Andes Peruanos, de una forma más cercana y a través de los colores. Me gusta pensar que esto es sólo el principio de muchas investigaciones por hacer y he entendido que no es siempre necesaria una base científica, solo mucha curiosidad y ganas de aprender.
Al final, WARMI como MIL nace del conocimiento de diferentes personas, experiencias y disciplinas, y es eso lo que las hace únicas.